En una entrevista de 1983, Yves Saint Laurent dijo: «Solo tengo un arrepentimiento: no haber inventado los vaqueros. Tienen carácter, modestia, sex appeal, simplicidad... todo lo que deseo en mi ropa». Comparto totalmente esta visión. Para mí, los vaqueros son un elemento clave en cualquier armario, un imprescindible. No entienden de estaciones. He aquí un repaso a una prenda que ha atravesado más de seis generaciones.

LA INVENCIÓN DEL TEJIDO

Italianos y franceses se disputan su origen. Según los italianos, fue inventado en el siglo XVI en Génova, donde lo utilizaban los marineros y también para fabricar tiendas y velas de barcos. Era una mezcla de lino y algodón teñida en un baño de pigmento azul, lo que le dio el nombre de "Bleu de Gênes" o "Blue Jean". Para los franceses, todo empezó en Nîmes en el siglo XVIII, en una fábrica textil que creó una mezcla resistente de lana y seda, también usada para tiendas y velas. El nombre "denim" proviene de la localización de esa fábrica: "de Nîmes".

EL PANTALÓN TAL COMO LO CONOCEMOS

No fue hasta 1873 que Levi Strauss y Jacob Davis se asociaron en Estados Unidos y patentaron un pantalón ultraresistente para trabajadores, con remaches de cobre para reforzar los bolsillos. Usaban tanto Blue Jean como tela denim. Cuando la patente expiró unos años después, otras marcas adoptaron el modelo, aunque seguía siendo para uso profesional.

SU APARICIÓN ENTRE ÍCONOS DE MODA Y GENTE COMÚN

Fue en el siglo XX cuando los vaqueros se convirtieron en símbolo de culturas emergentes. Primero con los rebeldes del cine como Marlon Brando o James Dean en los años 50, con cortes muy clásicos que inspiraron modelos como el MARLON, el JOHN o el RELAX AUSTIN.

En los años 60, se volvieron el uniforme de los hippies y los movimientos de protesta. Las mujeres también los llevaban, exigiendo igualdad de género. Predominaban los cortes acampanados tipo "pata de elefante". Me encantan los modelos JOAN o CARY en este espíritu.

En los años 80 llegaron los punks con cortes más ajustados. Sabes que me encantan: aportan un toque rockero a cualquier look. Recomiendo echar un vistazo al NEW CRAZY o al GRUNGEMAMA DESTROY.

En los años 90, el movimiento hip-hop adoptó el denim con cortes oversize, conocidos como "baggy". Muy de moda de nuevo este año, he diseñado varios modelos con ese estilo: el RITA, el SALMA y el GARY, con un corte globo que nos encanta.

En los 2000, las pop girls e it girls también llevaban vaqueros como un básico imprescindible. Desde Kate Moss hasta Charlotte Gainsbourg o Britney Spears—vemos de nuevo cortes skinny como el BRAXTON y también de tiro bajo como el NEWCHILI.

EL VAQUERO SEGÚN GRUNGEMAMA

Hoy en día, los vaqueros son universalmente aceptados—en todas las edades y generaciones. Para mí, son claramente uno de mis básicos favoritos. En Grungemama, me divierto con los modelos y cortes, y te propongo una selección muy cuidada de este tejido que revolucionó la moda hace ya más de un siglo.

Grungemama es vaquero, en pocas palabras. Aquí producimos nuestros jeans en una fábrica que mantiene estándares de alta calidad. Seleccionamos cada tejido con sumo cuidado en función de los lavados, desgastes, cepillados y pliegues que le aplicaremos—para que tu vaquero sea tu mejor aliado durante años. Junto a mi equipo, también pienso mucho en el diseño de cada prenda. En nuestras tiendas encontrarás cortes para todas las siluetas y ocasiones. Porque estoy convencida de que no hay un solo vaquero perfecto, sino muchas posibilidades. No se lleva igual un denim bruto que uno deslavado, ni uno negro que uno blanco. No se luce igual en total look que como una sola pieza. Más allá del color, se puede jugar con los cortes: baggy tan 90s, skinny, flare, bootcut, mom…

Definitivamente, Saint Laurent tenía razón: los vaqueros son una prenda con alma—una pieza con mil personalidades, con la que uno puede divertirse. ¡Team denim forever!