¡Digo sí al Día Internacional de los Derechos de las Mujeres, pero no a las cajas de bombones ni a las rosas rojas en este día!

Me presento: soy Nathalie Bonhoure, fundadora de la empresa Grungemama, y en este 8 de marzo quería hablarles de libertad, emancipación, mujer, fuerza y valentía. Pueden imaginar que, como jefa de empresa, mujer y madre de dos hijos, he tenido que superar etapas, mover montañas, hacer escuchar mi voz. Así que hoy, quería decírselo: ¡liberémonos! Se acabaron las presiones, se acabaron los "debería ser más esto o más aquello", somos perfectas o no... y eso está muy bien así.

SE TRATA AQUÍ DE DEJARSE DE CULPABILIZAR

Se trata aquí de dejarnos de culpabilizar y de compartir con ustedes que nada es perfecto y que detrás de lo que ven de mí en las redes, hay días en los que la duda está presente, en los que tengo miedo y en los que llevar Grungemama sola me parece imposible. Y sin embargo, gracias a ustedes, estoy aquí. Grungemama existe desde 2015. Creé esta empresa con la intención de expresar mi visión de la mujer y sus superpoderes, siempre con el deseo de hacerla brillar, para que nunca más dude de ella misma ni de su valor.

Al imaginar una marca hecha para ustedes pero también por ustedes, fue en esta idea que la comunidad cobró todo su sentido. Intercambiar a través de este blog, pero también a través de Instagram, me ha ayudado a crear este vínculo tan fuerte con ustedes.

UN POEMA PARA HABLAR DE NOSOTRAS

Fue pensando en todas esas superhéroas de nuestro día a día que escribí estas líneas. Espero que les gusten.

Ayer, cuando nací, resultó que sobre mí pusieron la palabra feminidad.

Entonces, a lo largo de mi vida, decidí asumir, llorar, odiar, brillar, inundar, desafiar.

Ayer, cuando nací, pusieron sobre mí la palabra feminidad.

Entonces, esta mañana, quise decir más.

Hablar de mí y de todas las que están a mi alrededor, decir el miedo y las angustias, decir la carencia y los vértigos.

Decir que es normal dudar y esperar.

Decir que queremos cielos siempre más hermosos.

Bolas naranjas en el horizonte que sobre el mar cuentan nuestras vidas.

Sol ardientes, hirvientes, que no fingen.

Queremos sentir de verdad, sufrir mucho y reír mucho.

Ayer, cuando nací, pusieron sobre mí la palabra feminidad.

Entonces, esta mañana, pienso en ellas, las amigas de las noches complicadas, las mujeres de mi vida, aquellas con las que he desafiado, las que he tenido como ejemplo, las que me acompañan de cerca, de lejos, las que secan las tristezas, las que pegan los trozos, las que adivinan los pensamientos.

Ayer, cuando nací, pusieron sobre mí la palabra feminidad.